lunes, 16 de enero de 2017

¡OJO CON LOS CAZADORES FURTIVOS!



¡OJO CON LOS CAZADORES FURTIVOS!



Entiéndase por “cazadores furtivos” a los individuos que sin capacitación académica y profesional se atreven a dar consejos

para curar enfermedades poniendo en peligro la vida de los enfermos que creen en sus promesas y en sus remedios maravillosos, milagrosos y misteriosos.

Curanderos sin escrúpulos ( incultos y sin consideración ni siquiera de la mujer que les transmitió la vida) que se escudan en que no cobran (para no hacer factura, ni declaración de beneficios) 
Y también médicos con titulación obtenida por enchufe (con diplomas que no han conseguido ocultar sus largas orejas y ellos siguen creyendo que la tierra lo tapa todo) que cuanto más cobran hacen pensar en su valía profesional.

La experiencia en el mundo de la salud y las enfermedades  me ha servido para reconocer que no se debe generalizar en ningún campo. 
Ni todos los curanderos son “brujos”, ni todos lo médicos son “matasanos”.
Desde achacar todas las enfermedades a los espíritus malignos, pasando porque todo o es de origen físico o mental y continuando por los que comercian con la salud y vida de sus semejantes; encontramos de todo, para ganancia de unos y desgracia de muchos.

Mi propuesta de una nueva terapia, la SOSTER, estaría coja sin estos apuntes. Y ¿por qué?


Porque desde que escogí dedicar mi vida a buscar como aliviar el dolor humano he visto de todo, tanto en el campo curanderil y esotérico como en el campo médico y tecnológico y sufro al recordar las vidas que he visto perderse por la falta de escrúpulos, de civismo, de dignidad y de amor al semejante de los que engañan descaradamente a las gentes que van buscando con desespero una solución para su dolor físico, mental, moral y espiritual.


Y existen lamentablemente, fallos de profesionales responsables que han sido ocasionados por falta de conocimientos puntuales y de información no disponible

en el pasado.


Que son capaces de pedir una fortuna por unas hierbas digestivas y diuréticas que la naturaleza cria espontáneamente y que en la herboristería se consiguen más baratas que el alimento. O que atienden el reclamo de personas que guardan en su pecho un corazón tan egoísta que desprecian la vida que llevan en su vientre y arriesgan hasta su vida en manos de los que son “salvadores de la humanidad” en vez de educadores para conservar la vida y la salud.

No necesariamente hay que ser médico para entender a fondo sobre salud (aunque sí de enfermedades con sus limitaciones). 
El que haya médicos que confundan su misión y tomen un camino equivocado no descalifica a la clase médica, por supuesto.
Pero lo que no se concibe es que personas (los que mejor preparados están) con escasos estudios básicos se pongan a
diagnosticar enfermedades y a tratarlas, prometiendo curación y llamando “esciática” a un problema braquial (es decir de cervicales, lo he oído y presenciado ). 
Menos mal que corren tiempos en que se está acabando con el intrusismo y con la impunidad. Pero los astutos comerciantes y especuladores en el campo de la salud humana, se dedican a buscar alternativas, porque encuentran incautos que buscan curarse sin aprender y sin esfuerzo, ni sacrificios.



Que todo sea para bien de los que sufren (que somos todos).

Lamentablemente seguirán algunos buscando a los “engañadores”

porque en realidad no quieren reconocer que necesitan hacer profundos cambios en su vida. No quieren enfrentarse cara a cara con su realidad y buscan el remedio milagroso que les libre de responsabilizarse de su salud.
Cuando un ciego guía a otro ciego los dos caen al pozo.

Feliz el que despierte a tiempo y abriendo los ojos pueda guiar sus pasos por el sendero de la salud.
Y se asegure de que no pone en peligro su vida creyendo las promesas falsas de los que buscan tan solo dinero.

Por mi parte me sentiré satisfecho si mis reflexiones alcanzan el corazón de algún indeciso y le motivan a tomar acción y así ayudar a otros con su buen ejemplo. 

3 comentarios:

  1. Interesante compañero, muy interesante. Mis felicitaciones por estas reflexiones.
    Compruebo que te dedicas en cuerpo y alma a desarrollar estos artículos y lo haces con la honestidad y la sabiduría que te caracterizan.
    Pero creo que no es fácil saber distinguir entre quienes engañan y quienes no lo hacen.
    Sobre todo cuando se sufre una enfermedad grave de la que ya se presupone que quizás no se puede sanar o cuando el diagnóstico implica una muerte segura.
    Te estoy dando pie para otro artículo.
    Un abrazo,
    Carlos Mariani

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  2. Muchas Gracias Carlos.
    No sabes lo valioso que es para mi, el tiempo que has dedicado a escribir estas lineas.
    Y es cierto. Me has puesto delante un tema difícil.
    Pero me agradan los desafíos.
    Me siento realizado cuando practico el trabajo más difícil que existe y el que más desgasta, pero que a la vez nos distingue del resto de los seres vivos.
    cuando no lo sé, pero algo conseguiré escribir al respecto.
    En esto momentos sin haber investigado y meditado solo podría decir:
    ---¡nos la jugamos amigo!
    Y si estamos solos, con más seguridad.
    Pero si somos afortunados y tenemos a un ser querido, familiar o amigo,
    que está en plenas facultades y sabe defenderse en este mundo cruel, es posible que salgamos de la enfermedad grave, o tengamos una muerte digna.
    Y sin olvidar que para los que tienen Fe, hay quien se interesa en su seguridad y puede proveerles la salida de lo que para los hombres sería es imposible.
    Saludos entrañables.
    JoGa.

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  3. Más información en:

    https://www.facebook.com/joga.SOSTER/posts/1014760098668735:0

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