lunes, 16 de enero de 2017

ATENTOS A LAS PEQUEÑAS COSAS DE CADA DÍA



ATENTOS A LAS PEQUEÑAS COSAS DE CADA DÍA


¿Sabías que con las pequeñas cosas de cada día se pueden engendrar con el tiempo grandes enfermedades?
Es por esta razón que quienes amamos la vida y deseamos conservarla, buscamos mejorar la salud cuidando con esmero el que nuestro comportamiento diario en lo relacionado con todo tipo de actividad no conlleve riesgos innecesarios para el organismo.
Claro está que el suceso imprevisto puede llegarnos hasta el comportamiento más cuidadoso. Pero también es cierto que es más fácil que se caiga por el abismo el que

más se acerca a su borde.


Un ejemplo es lo que ocurre con los fumadores que diariamente respiraran humo y absorben nicotina. Cuando vienen a darse cuenta su organismo les pasa factura. Y en muchas ocasiones no pueden pagarla con dinero y se ven obligados a entregar la vida.




Los que caen en la cuenta de lo que puede llegar a sucederles precisamente también a ellos, y corrigen a tiempo su rumbo, puede que consigan llegar a puerto y disfrutar del corto pero precioso viaje que es esta vida.




Los pequeños excesos o imprudencias diarios van dejando su recuerdo tóxico, y cuando éste sobrepasa las fuerzas orgánicas, o la energía vital presenta un bajón por diversas circunstancias entonces puede apoderarse del cuerpo o de la mente una dolencia que hace interrumpir la actividad diaria por poco o por mucho tiempo.




Y si lo pensamos bien el evitar esas pequeñas cosas que perjudican no es una labor tan difícil. Quizá lo difícil es estar atento de continuo para que la tentación y el descuido no nos lleven a cometer el fallo.



Comer más de lo debido o una clase de alimento que sabemos que no le va bien a nuestro organismo se hace casi automáticamente conducidos por el deseo del paladar. Pero no es cosa difícil levantarse a tiempo de la mesa o escoger un alimento saludable. !
Cuando se acerca la hora de ir a la cama a descansar, siempre surgen cosas que hacer, pues es bien cierto que aunque el día tuviese cien horas, todavía se podría continuar con alguna actividad. Pero sin darse uno cuenta le estamos robando horas de descanso al organismo y la mente tiene que soportar un acumulo progresivo de fatiga. Después vienen los síntomas molestos, las alergias, dolores de cabeza, trastornos digestivos, circulatorios y un largo etc.

Si a ello le agregamos los efectos secundarios de la medicación que se toma para aliviarlos, comprenderemos que se pueda caer en enfermedades más o menos serias al cabo del tiempo.



Igual se podrían mencionar costumbres higiénicas de otra índole, o hábitos emocionales e intelectuales o la falta de información.
Queda claro que es muy útil que diariamente estemos atentos a lo que hacemos y no demos por sentado nada.
Hacer una vida ordenada , con una rutina sana puede evitarnos muchos disgustos y dolores.

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