SIN CONTRAINDICACIONES
El cerebro es el capitán del barco, siendo este nuestro cuerpo vivo.
Él toma las decisiones importantes y definitivas con respecto al funcionamiento del
organismo entero.
Capta toda la información posible a través de los órganos de los sentidos para poder dar
órdenes pertinentes.
Pero si se embriaga el capitán, las órdenes no son correctas y se pone en peligro la vida
de la tripulación y del pasaje.
Y el barco podría irse a pique.
Por lo que es necesario evitar todo tipo de estimulación perjudicial para que el cerebro
pueda desplegar sus funciones reguladoras y regeneradoras de la mejor manera para la
conservación de la salud física y mental.
La estimulación sensorio-sicológica global está en la base del comportamiento
consciente y responsable de toda persona si realmente se desea prevenir los frecuentes
problemas de salud y mejorar la calidad de vida fortaleciendo la salud; y si es
necesario mejorar y curar las enfermedades que no se han podido evitar.
LA SOSTER está indicada para cualquier problema, trastorno o enfermedad.
El hecho de que siempre envuelve agradabilidad para el individuo que la practica y no
tiene efectos secundarios perjudiciales para la salud, puede decirse que no tiene
ninguna contraindicación.
Cuando aceptamos que el ser humano siempre busca el placer en su vivir diario y que
hasta se sacrifica y se priva de libertades por encontrar esos momentos de gozo,
entonces comprendemos que vale la pena aprender lo que significa la Estimulación
Sensorio-sicológica Global o SOSTER.
Y más aún si al practicar este método natural y sano se pueden prevenir trastornos de la
salud, a la vez que se disfruta.
Es comprensible pensar que no podemos vivir dentro de la "burbuja de la
agradabilidad” pues en este sistema de cosas el bombardeo de estímulos negativos,
estresantes y dañinos es constante.
Este hecho hace más necesario que se tomen medidas que neutralicen el proceso
enfermizo que se provoca en el cerebro que absorbe tal estimulación.
Puede olvidarse con facilidad lo imprescindible de un comportamiento saludable y a la
vez placentero.
Por un lado por la aceleración constante de la vida moderna y por otro lado por las
tentaciones de los placeres engañosos.
Pero como en todas las cosas la decisión de lo que haremos está en nuestras manos.
Yo debería hacer lo que he decidido que me conviene.
Y lo que me conviene se puede hacer en la medida de lo que me permitan las
circunstancias que no puedo controlar y me son impuestas; y según el lugar que
ocupe en mi vida el querer vivir de una forma agradable y sana.
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Al comprender que desde que abrimos los ojos al despertar hasta el momento en que los
cerramos para dormir, y me atrevería a decir que también mientras dormimos,
podemos planificar cómo y donde nos moveremos, y que además lo haremos en un
entorno que en mayor o menor proporción podemos adaptar a nuestro gusto y
necesidades, lo que se espera es que tomemos las medidas oportunas para que nuestro
vivir diario esté rebosante de estimulación positiva.
El que las personas que nos rodean no vean lo importante de practicar éste método, no
nos debilitará en nuestro interés y esfuerzo porque llegue a formar parte de nuestro vivir
diario.
Desde la decoración de la habitación donde dormimos, del baño donde nos aseamos, de
la cocina donde desayunamos, hasta el lugar donde desarrollamos nuestro trabajo o del
sitio donde paseamos para estirar las piernas los acondicionaremos o escogeremos
teniendo en cuenta que se conviertan en estímulos sanos y placenteros que hagan que el
cerebro segregue libremente las hormonas y neurotransmisores que todo el organismo
reclama para poder mantener el equilibrio vital y potencia la salud y favorezca el
bienestar.
No existen contraindicaciones en este método si se practica de forma equilibrada.
Quedarse sentado a la orilla del río, o del lago o en el banco del bonito parque de
nuestro barrio viendo como revolotean los pajarillos, cuando es hora de estar
cumpliendo con un trabajo que debemos hacer no dará resultados placenteros, aunque
la estimulación en esos momentos sea agradable.
Y pudiera ser que es estrés generado por nuestra falta de puntualidad, sea más potente
que la sobredosis de estimulación agradable.
El agua de una fuente es agradable y saludable.
Pero beber varios litros seguidos pudiera ser mortal.
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