LA SALUD NATURAL SOSTER
EL PROPÓSITO DE ESTA PUBLICACIÓN.
Todo profesional que ama su trabajo, se encuentra inmerso en una actividad
que le sorprende cada día, ya que continuamente se aprende y se experimentan cosas
nuevas que ayudan a madurar como persona, y permiten capacitarse para poder
comprender más cabalmente la profesión, lo cual repercute en una mayor satisfacción
personal y en mayores beneficios para quienes reciben su atención.
Después de más de 30 años tratando de comprender la naturaleza humana e intentando
ayudar a quienes padecen trastornos de salud he llegado a pensar que sería provechoso
poner por escrito el método naturopático de salud que he concebido y desarrollado
como consecuencia de mis investigaciones y experiencia en la consulta privada.
Ya que sería una valiosa ayuda para quienes valoran la vida y aprecian su salud,
pudiendo así prevenir muchas dolencias.
Y un consuelo y complemento ideal para cualquier tratamiento de quienes padecen
enfermedades crónicas, invalidantes o letales.
Es el propósito de esta publicación poner en manos del lector una herramienta
intelectual que le permita conocerse más y mejor a sí mismo, y comprender el
verdadero alcance que tiene su comportamiento sobre el estado de su salud natural.
Y que le permitirá programar sesiones personalizadas para agradabilidad y
fortalecimiento de la energía vital.
Pudiendo neutralizar el efecto negativo provocado por enseñanzas erróneas y por la
publicidad engañosa en la mente de quienes no han sido advertidos del peligro que
existe de ser manipulados si no se contrasta lo novedoso con fuentes de información
fidedigna.
Es mi intención comunicar al lector la importancia que tiene sobre su salud, el estar
consciente de una realidad que suele pasar por su lado sin que se percate del tremendo
valor que tiene para su persona, si la adopta y pasa a formar parte de su vivir diario.
Es mi deseo dar a conocer, al mayor número de personas, mi experiencia y
descubrimientos en el campo de la salud natural para beneficio de todo aquel que
busque mejorar su salud y calidad de vida y aumentar su bienestar por medio de
métodos naturales.
Deseo motivar inquietudes de análisis y crítica constructiva e investigación en todos
aquellos que sientan afinidad por la temática y adopten una actitud emprendedora, sean
colegas o simplemente personas que manifiesten interés sano.
Como directo beneficiario de este método desarrollado al ser movido por el deseo de
encontrar soluciones al dolor humano y por haber padecido una delicada salud desde
jovencito, me hallo interesado en compartir estos conocimientos sencillos y a la vez
prácticos para provecho de todos los que se dan cuenta que la mayor responsabilidad
sobre la salud de cada uno recae sobre sí mismo.
Creo firmemente que el ser humano se ha especializado a lo largo de los siglos en
complicarse la vida y en enseñar a sus semejantes a hacer lo mismo.
En su afán de querer ser un dios, ha descuidado su verdadera condición de criatura
inteligente y la posibilidad de adquirir sabiduría práctica.
Ha buscado reformar la naturaleza y crear nueva vida, y lo que está logrando
evidentemente es contaminar el planeta y poner en peligro la vida que lo anima y
embellece.
Y en el camino provocar enfermedades como consecuencia de la falta de respeto a las
leyes que rigen la vida.
Es mucho lo que se ha descubierto y lo que actualmente se va comprendiendo de la vida
que nos rodea y cuanto más se conoce más nos percatamos de lo que desconocemos y
de que nadie se puede jactar de haberse creado a sí mismo.
Aunque cada día conocemos más ampliamente como estamos formados, sin embargo la
vida sigue siendo un maravilloso misterio.
El sufrimiento nos mueve a buscar soluciones para mejorar nuestra calidad de vida y
para prevenir y curar enfermedades, pero el fin no debe justificar los medios.
Lo que está bien hecho, debe apreciarse y no pretender substituirlo inventando algo
novedoso pero inseguro.
La razón y el sano juicio nos deben permitir ser responsables de la conservación de la
naturaleza y de la vida.
Nunca antes en la historia de la humanidad ha sido ello tan palpable.
Todos los humanos mentalmente sanos estamos conscientes de que la vida en este
planeta es anterior a la consciencia de la misma.
Y de que la vida humana se perpetúa por la atención consciente de la vida previa.
No es un ciclo automático e instintivo, ya que interviene la voluntad, la inteligencia y la
razón.
Es una maravilla que nos sorprende, cada vez que lo pensamos, el hecho de que el
organismo humano está diseñado y preparado para tener y mantener el equilibrio entre
cuerpo, mente y espíritu.
Pero es preciso el respeto a la vida y el aprendizaje de un comportamiento preventivo
de los daños y enfermedades que pueden padecerse por herencia y por causa de una
forma de vivir irrespetuosa con respecto a las verdaderas necesidades orgánicas.
Si se producen trastornos de la salud natural, el cuerpo humano tiene poder y
mecanismos para recuperar el equilibrio perdido, si no halla obstáculos que se lo
impidan y si, por el contrario, recibe ayuda para lograrlo, el restablecimiento será más
rápido.
Las enfermedades son manifestaciones de la pérdida de la homeostasis.
Son un reclamo de atención por parte del organismo para que el individuo aporte lo que
falta o para que corrija su comportamiento anti-biológico.
En el gran mercado de la salud y de las enfermedades, existen métodos para todos los
gustos.
Pero ¿por qué existe tanta variedad, cuando las verdaderas necesidades son pocas?.
Cuando las cosas no se atienden desde sus verdaderas causas, las intervenciones se
convierten en poner parches y más parches, sin resolverse realmente el problema.
Cuando uno es perspicaz y ha visto y experimentado en su propio cuerpo lo que
realmente pasa, entonces comprende como se nos manipula en los temas que tienen que
ver con la salud de nuestro organismo.
Pero no se debe culpar a una parte o a la otra, ya que ambas partes son responsables,
tanto los que aconsejan, como los que buscan consejo.
En realidad en la generalidad de los casos se buscan y se ofrecen soluciones
superficiales en vez de atender las verdaderas causas y practicar una vida sencilla y
sana.
Se diseñan mil y un remedios para intentar curar una enfermedad, sin tomar en cuenta
que se está abriendo la puerta para otro problema, y en ocasiones peor que el que se
intenta corregir.
Años de estudio y reflexión y dolorosas experiencias han costado a muchas mentes
pensantes para poder llegar a las conclusiones que se exponen en esta publicación.
Y la evidencia, el sentido común, la investigación científica y la experiencia ratifican su
veracidad.
Y sé que el trayecto no se ha completado, por lo que es de sabios permanecer abiertos
al diálogo y a corregir y ampliar los puntos de vista expuestos en lo que fuese necesario
y adoptar aquello que se halle que demuestre ser más razonable.
Cada persona es un micro-universo.
No hay dos seres humanos iguales.
Por lo que no hay fórmulas estándar.
Aunque el planeta es el mismo para todos, la constitución orgánica y personalidad de
cada uno es única.
Y queda demostrado también , que el que mejor puede llegar a conocer la idiosincrasia
de un individuo , es él mismo.
Cada caso debe estudiarse de forma individualizada y debe tratarse de forma
personalizada.
En este preciso momento creo que no hay duda de que cada uno está en una etapa de su
desarrollo personal en la vida y debe llegar a estar plenamente consciente de ello y estar
dispuesto a superarse.
Pero de nada serviría este importante primer paso sin no se toma la decisión de
pasar a la acción.
Lo cual requiere estudio, meditación y esfuerzo, tomándose todo el tiempo que sea
necesario.
Realmente vale la pena llegar a conocerse a sí mismo y comprender el lugar que
ocupamos en este planeta y más concretamente en nuestro entorno.
Y cómo beneficiarse de los agentes naturales de salud programando sesiones de
estimulación sensorio-sicológica global ( o Soster Personal, que es el nombre que recibe
el método naturopático que propongo y que deseo que entiendas y utilices para tu
propio beneficio) de acuerdo con las necesidades y preferencias particulares de cada
uno.
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