NO DEJARSE LLEVAR.
Dependiendo del tipo de personalidad y de la clase
de estímulos puede darse el caso de que la vida se convierta en
impersonal.
Ya sea el cuerpo, las circunstancias u otras personas
pueden estar conduciéndonos a situaciones que en realidad no nos gustan y que no
hemos escogido.
La SOSTER ayuda a entender el por qué de este fe-
nómeno y permite conocer la técnica de liberarnos de una posi-
ble esclavitud. Con las lamentables consecuencias de dolor,
enfermedad y otros grandes problemas.
Supongamos que nuestro organismo percibe una bajada de glucosa en sangre
lo cual despierta en nuestra mente
la necesidad de ir en busca de alimento, ¿qué haremos? De in-
mediato se produce una cadena de pensamientos y acciones.
Empiezan a surgir imágenes en nuestra pantalla mental y vemos
cosas apetitosas que nos gustaría comer o beber. Intentamos recordar si tenemos algo de
ello en casa, o si hemos de que ir a
comprar. Si podemos ejercer autodominio cubriremos la nece-
sidad con alimentos sanos sin dejarnos llevar por el caprichoso paladar. Pero una
personalidad débil cae en la tentación y no
se detiene a valorar las consecuencias de consumir " alimentos
basura". O bien cede ante el "cariñoso" ofrecimiento de quien se interesa en satisfacer
nuestro capricho sin contar con los efectos perjudiciales que causará a nuestra salud y
que ésta es más importante que esos momentos aislados de placer del paladar.
Salimos del hogar y nos encontramos con un día nublado y frío que no
favorece nuestros proyectos para la jornada.
Y para colmo suena el móvil y nos comunican que tenemos un familiar enfermo.
Comienzan a surgir síntomas de apatía,
ansiedad, depresión y recuerdos que enseñan el lado oscuro de
la vida. La alegría de vivir empieza a esfumarse y pude llegar a
desaparecer si no tomamos medidas urgentes. Más aún se podría
acentuar la tensión si al vernos cabizbajos alguien nos dijera que tenemos cara de estar
cociendo una enfermedad.
Nuestro padre, nuestro profesor, nuestro jefe pueden
crear ante nosotros una situación infranqueable en apariencia.
Con sus órdenes, con sus decisiones y movimientos crean un
entorno que afecta nuestro estado de ánimo hasta el grado de
producirnos crispación, si es que no llega a enfermarnos.
La SOSTER defiende que los estímulos que captan
nuestros sentidos son los que gobiernan el comportamiento del
cerebro. Ello tiene que ser atendido cuanto antes para reconducir la fisiología de
nuestro organismo a un estado favorecedor
de mejor salud.
Se puede permanecer en un estado más o menos la-
mentable de salud al desconocer o desatender este hecho.
Evidentemente hay cosas que no están a nuestro alcan-
ce controlar. Pero no por ello debemos dejar de intentar neutra-
lizar los efectos dañinos de lo que nos perjudica.
Debemos educar nuestro cuerpo, crear nuestras cir-
cunstancias y fortalecer nuestra personalidad para que las perso-
nas dominantes que nos rodean no puedan perjudicarnos con
su influencia. Y para contrarrestar los impactos o daños que
hemos recibido hemos de crear un entorno privado con abun-
dantes estímulos positivos, que nuestros sentidos captarán. Ha-
ciendo que nuestro cerebro pueda ejercer una influencia salutífera
sobre todo el organismo.
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