UNA SESIÓN DE SOSTER PERSONAL
Ante todo hay que disponer de un sitio privado y adaptable. Para acondicionarlo de
forma que podamos recibir todos los estímulos agradables posibles.
Debemos tener un equipo reproductor de música , un vaporizador de esencias
aromáticas, un video y un televisor o un ordenador y reproductor de DVD, una camilla
o colchoneta cubierta con un paño aterciopelado o sedoso y caramelos o zumos
naturales de sabores preferidos.
Después de analizar como nos sentimos y lo que necesitamos, procederemos a preparar
los distintos efectos visuales, musicales, aromáticos y los sabores apetecibles de que
disponemos.
Con el tiempo llegamos a disponer de una variedad de estímulos que podremos escoger
de acuerdo con las circunstancias personales.
Una vez todo preparado nos colocamos cómodos y ponemos los equipos en marcha para
poder captar al máximo todos los estímulos agradables.
Nos concentramos de forma que estemos conscientes de lo que perciben nuestros
sentidos y dejamos que nuestra mente se recree en pensamientos sanos y estimulantes.
Debemos permanecer bajo la estimulación global entre 30 y 60 minutos.
Más no es necesario.
Y si vamos escasos de tiempo con 20 minutos también podemos conseguir un efecto
positivo duradero.
Estas sesiones personales privadas se pueden enriquecer con estímulos más
envolventes, según gustos y posibilidades.
Por ejemplo, baño de pies caliente, pantalla panorámica, fruta madura o alimentos
troceados.
No entramos en los efectos terapéuticos de los sonidos, colores, aromas, etc. , ya que
debería estudiarse cada caso en particular y ser el terapeuta el que aconsejara su
aplicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario