lunes, 16 de enero de 2017

SOSTER versus TECNO-ESTRÉS



SOSTER versus TECNO-ESTRÉS


Se están calentando motores, pero es posible que más de uno estalle antes de que se de la señal de salida.

Llámese a ese momento siglo XXI . Y todo porque la capacidad imaginativa del Hombre desborda su capacidad de control.

El último siglo del segundo milenio ha sido decisivo para crear un ambiente entrópico exagerado. Es muy probable que un día de estos no necesitemos luces por la noche, porque las cabezas humanas ya están echando chispas y pueden empezar a incendiarse de un momento a otro.

El fenómeno causante se llama tecnología. Ha cambiado la vida de la humanidad. Se ha producido un enfrentamiento entre naturaleza y tecnología que puede resultar en un caos incontrolable.

Ha dado lugar a que la historia se repita y los alarmistas hagan negocio. En poco tiempo todo movimiento ha pasado a ser controlado por los dígitos y como resultado se acuñó un término apocalíptico : Efecto 2000.


Eso ya es historia pasada.

Pero no hay que olvidar que los dígitos virulentos han llegado al cerebro sede de las emociones , y los temores de un fín a causa de la entrada en el tercer milenio han aumentado excesivamente la temperatura orgánica. Y todos sabemos que pasada cierta cantidad de grados se provoca un estado de delirio y la realidad se descompone. El comportamiento se hace imprevisible (hasta llegar en ocasiones a la locura o la muerte) si no se puede controlar y normalizar a tiempo el equilibrio.
( A veces suicidios en masa, o guerras fraticidas, etc.)
La gente sigue temerosa de los fallos en el control electrónico- informático . Pensemos por un momento en la ecatombe que podría producirse en una gran ciudad si por un tiempo indeterminado se interrumpiera el suministro eléctrico.
El desastre sería incalculable a nivel industrial, económico y social, etc.
Hasta se habla de un fin de la civilización en este milenio.
La ansiedad que están creando líderes fanáticos está alterando el ritmo de vida de muchas personas.


Los sedantes, serán seguramente el mejor negocio del siglo. Las fobias van en incremento y las manías persecutorias, y los sicópatas se sienten protagonistas. Muchos poderosos pierden altura bruscamente y la descompresión les es letal.

Los beatos ven como sus ídolos permanecen inmóviles, si ellos no los transportan y su corazón estalla de angustia en sus pechos agitados.

Algún botón rojo destelleante podría ser apretado por quien la red invasora de ondas electromagnéticas le ha convertido en daltónico y alguna ojiva nuclear podría hacer tambalear los cimientos de la Tierra, convirtiendo en un horno infernal medio continente.

O podría hacer pensar en el comienzo de una tercera guerra mundial y no digamos nada de los virus y las dichosas proteínas enigmáticas.

Y todo este maremagnun de posibilidades y mucho más hacen que el cerebro humano ya esté siendo perjudicado por el peor agente perturbador de la civilización moderna, el llamado y tan temido TECNO-ESTRÉS.

Lo que nos interesa es vivir y vivir de la mejor manera y el máximo de tiempo posible. Pues bien para todo aquel que busque un antídoto para el mal de nuestro tiempo, le sugerimos que compruebe el efecto SOSTER que puede neutralizar la tensión y las toxinas producidas a diario por el tecno-estrés.

La utilización de la SOSTER – Terapia de Agradabilidad , de forma generalizada significaría cambios en el tratamiento de las enfermedades.

En principio y debido al conocimiento disponible en la actualidad la SOSTER puede convertirse por sí misma en la solución de muchos trastornos funcionales, provocados por el Tecno-estrés, y en una útil terapia preventiva del mismo y de problemas mayores.


Y como complemento eficaz antes, durante y después de la intervención de terapias agresivas o en enfermedades graves.

Se requiere la comprensión y total aceptación del paciente para conseguir resultados satisfactorios.


No invita a la resistencia de ninguna clase, pues se basa en estímulos agradables aceptados por el paciente.

Puede afirmarse que los procesos curativos se despliegan libremente con la aplicación de la SOSTER, como queda demostrado en muchos casos de forma palpable.


Un ejemplo: el caso del oficinista sometido a estrés laboral. Su jefe, un hombre dictatorial; ruidos molestos en la empresa, ambiente cargado de humo de los

fumadores ; y sueldo miserable.
Toda esta situación le condujo a padecer gastritis crónica, con principio de ulcus gastro- duodenal y crisis asmáticas.

Al realizar el DAPer (diálogo para análisis de la personalidad) comprendió que su problema tenía explicación lógica. Se dispuso a asumirlo, mientras buscaba eliminar la causa responsable de sus problemas de salud. Que era el tipo de trabajo y sus condiciones anti-higiénicas. Pero con el agravante de su actitud de total intolerancia. Los consejos dietéticos, los complementos, las esencias aromáticas, la música y los colores aconsejados, junto con las manipulaciones recibidas, le produjeron una pronta


mejoría al contrarrestar el cúmulo de estímulos perturbadores a que se vió sometido. De pronto pudo prescindir de todos los medicamentos que tenía que consumir para ir tirando. Y de haber continuado por ese derrotero probablemente habría pasado por el quirófano.
En la SOSTER halló la solución. 

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