lunes, 16 de enero de 2017

EL DESARROLLO ARMÓNICO



EL DESARROLLO ARMÓNICO

Estamos formados por cuerpo, mente y espíritu, que unidos forman la persona que somos.
Y estos se van desarrollando progresivamente de manera que se pasa de niño a joven y después a adulto. Pero por circunstancias diversas pudiera ser que se retrasara el desarrollo de alguna de esas partes que somos nosotros.
Ahí tenemos a un joven inteligente que parece más mayor de su edad pero que presenta un cuerpo enclenque. O a un joven físicamente robusto que da manifestación de conducta infantil, de inmadurez emocional. Y también podemos estar ante un persona físicamente desarrollada con madurez emocional pero incrédula pues su espíritu no se ha alimentado correcta y suficientemente. Y otras posibles combinaciones.
Estos hechos podrían presentarse en cualquiera de nosotros. Ciertamente se


presentan a menudo aunque en muchísimos casos el desequilibrio es sutil y no es fácil de ver por los que nos tratan. Y contribuyen a que se generen trastornos y enfermedades de diversa índole.
En sí mismo el deficiente desarrollo de nuestras partes constitutivas ya es un proceso alterado y más o menos patológico.
Teniendo en cuenta que las partes forman un todo y la resultante somos nosotros con nuestra identidad e idiosincrasia, la consciencia de qué somos y quienes somos, es la base para poder trabajar con la intención de conseguir el máximo equilibrio entre las partes.
Así se puede llegar al desarrollo de una personalidad equilibrada, sana y poderosa.
Podemos darnos cuenta de nuestro propio desequilibrio y con información y ayuda, desplegando verdadero interés, esfuerzo y constancia se logra una transformación sorprendente.
Ahí está al alcance de todos los que no han llegado al estado irreversible. Se tiene que reconocer que algunos individuos son prácticamente irrecuperables pues la desatención fue tan duradera que humanamente ya es imposible hacer que el cuerpo, la mente y el espíritu logren un equilibrio.
Pero la gran mayoría pudiéramos hacer mucho por compensar lo que la herencia, crianza y malas costumbres han desequilibrado.
Se debe comenzar por apartar tiempo para conocerse a uno mismo. Es increíble la cantidad de cosas que ignoramos. Curiosamente seguimos vivos pero se puede asegurar que no vivimos toda la realidad de nuestra existencia.
El adquirir consciencia de lo que somos y quienes somos puede representar un giro impresionante y positivo en nuestra vida. 

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