LA PERLA DE LA SALUD (6)

LA PERLA DE LA SALUD (6)

¿Cuales son tus necesidades básicas saludables?

Se impone respirar aire puro, el moverse con libertad, el comer tranquilamente, el beber y el descansar, el comunicarse, el expresar amor y sentirse amado.

Y si todo se puede conseguir en un ambiente natural, aun mucho mejor.

Hay que buscarlo con ahínco. 

Lo más a menudo que se pueda hay que tomar contacto con una atmósfera limpia, con la tierra virgen y con al agua de un rio sin contaminación, con el mar y dejarse bañar por la luz solar.

Lo que ahora te voy a reseñar, nunca lo debes olvidar y debes esforzarte por aprenderlo, si no lo tienes por costumbre.

De esto dependerá en gran parte tu buen estado de salud, y el que goces de bienestar.

El movimiento es vida. Es evidente. Pero ¿sabes moverte, y te mueves lo suficiente?

Has de hacerlo de acuerdo a tus posibilidades y según lo que se te haya aconsejado o compruebes que necesitas.

Haz ejercicio, gimnasia, paseos largos, natación, practica algún deporte suave.

Muévete, evita la vida sedentaria.

Sentirás el placer del cansancio natural.

Y cada vez irás sintiendo con más agrado la sensación de un cuerpo que se mueve con soltura y vitalidad.

Presta atención a tu respiración.

Que no sea un acto inconsciente. Aprende a respirar.

Realiza respiraciones profundas para que el aire llegue hasta el último rincón de tus pulmones y se oxigene toda tu sangre.

Bebe cada día líquidos saludables con frecuencia; naturales y biológicos. Aguas minerales, zumos y jugos vegetales, tisanas e infusiones, caldos vegetales.

Come bien. Mastica a conciencia los alimentos. No corras y tómate el tiempo necesario para disfrutar de la comida y hacer una buena digestión.

Come alimentos integrales, naturales y biológicos, bien tratados. 

Busca nutrirte de manera equilibrada. Sigue las pautas dietéticas que se te aconsejen o que veas que necesitas.

Descansa apropiadamente.

Debes dormir un mínimo de ocho horas. Dormir no es simplemente estar acostado. Para ello hay que relajarse. Aprende a relajarte durante el día.

Busca que te hagan masaje.

Dúchate y báñate regularmente.

Aprende a comunicarte. 

Habla con personas de tu confianza, que te aprecian y escuchan y son honradas.

Habla y descarga la tensión que te atenaza.

O busca un profesional que pueda entenderte y sepa escucharte.

Y después oye con atención el buen consejo, no lo desprecies.

Haz que sea tuyo lo que ves razonable.

La comunicación eficaz ayuda a que te mantengas en paz y no se creen tensiones nerviosas y musculares.

Aprende a amar. Sí, desde el corazón y de forma altruísta.

Busca las cosas positivas y que edifican de las personas de tu entorno.

No pienses mal de la gente con la que tratas, sin hechos demostrables, que no pueden ser discutidos; y aún así no guardes rencor, pues envenena la sangre. Huye de las personas tóxicas.

Vivirás más feliz y gozarás de mejor salud.

Espero y deseo que tú seas de los que aprenden antes de que sea demasiado tarde.

Recuerda, lo verdadero es permanente y no cambia con el transcurrir del tiempo.

Puede que seas de los que dicen: ..SI, estoy de acuerdo con eso, pero ¿qué he de hacer?

(continúa...)